La Shauron y la Rini

lunes, 13 de diciembre de 2010

No sabéis ya dónde meteros cuando veis venir por la calle al trío infernal, sobre todo cuando nos ponemos en modo desagradable.
A medida que nos vamos acercando vais dejando de hablar, la cara de felicidad se va transformando en una cara larga como un día sin pan y vuestra mente se prepara para decir algo que derive en un insulto, sobre todo si os hemos hecho algo el día anterior.

Y es que os tenemos muy machacadas, siempre llegáis contentas y os vais mosqueadas, nos dais abrazos y os damos la navajada, nos contáis algo y no escuchamos nada. Es normal que acabéis amargadas.

Es verdad que nos encanta picaros, es verdad que no os dejamos tranquilas, a una con su gata y a otra con sus poses, es verdad que es imposible hablar con nosotros, es verdad que no tenemos prisa para llegar a los sitios, es verdad que a veces somos insoportables, es verdad que disfrutamos imitando vuestros gestos, vuestras frases.
Pero también es verdad que sin vosotras no somos nada, que os queremos demasiado, que nos faltarían temas de conversación y nos aburriríamos mucho sin vosotras, que nos alegráis las tardes y la vida con vuestras cosas.

Yo por lo menos lo veo así, gracias por ser como sois y no cambiéis nunca… bueno... si, tenéis que aprender a mosquearos menos y saber encajar.

La verdad, merece la pena tener amigas como vosotras para ver cosas como esta:

Video Desfase

Are you flyyy??? xDDDDDDDDDDDDDDDD

El porqué de las rayas

domingo, 5 de diciembre de 2010

¿Por qué eso de la vida a rayas?, pues bien, tiene un doble sentido que explica los dos temas principales de mi página.

El primero hace referencia a la dosificacion de nuestras vidas, tendemos siempre a llegar al límite, a apurar hasta vernos atrapados y perdemos el control de las cosas, comemos demasiado, bebemos demasiado, trabajamos demasiado, dormimos demasiado, nos deprimimos demasiado, pensamos demasiado, nos rallamos demasiado… lo malo es que nunca es demasiado y caemos en el excesivo exceso, valga la redundancia.

Con esto quiero resaltar la importancia de saber controlar las cosas, nos dejamos llevar por la gente y las modas, le damos demasiada importancia a cosas que no la precisan y no apreciamos lo que tenemos hasta que, por supuesto, lo perdemos.

Por eso defiendo la cualidad de saber apreciar las pequeñas cosas, puede parecer una estupidez, pero que salga agua del grifo es una autentica maravilla, sabiendo la situacion de paises subdesarrollados y que en un futuro puede que no dispongamos de ella.

¿Alguien sabe siquiera una cuarta parte de la historia de alguno de nuestros abuelos? ¿Por qué les solemos dar la espalda cuando nos van a contar algo sobre su vida?, ¡¡Pero si son una biblioteca viva!!. ¿Por qué no le damos el suficiene cariño a nuestra familia? Y es más, ¿por qué nos pasamos la mayor parte del tiempo cabreados con ella? Pues porque somos tan estúpidos que tenemos que esperar que estas personas sufran un accidente o desaparezcan de nuestras vidas para siempre para que nos arrepintamos de no haber solucionado antes los problemas con ellos o de haberle demostrado a esa persona lo mucho que la quieres.

Básicamente, tenemos que aprender a valorar lo realmente importante y realizar las acciones en su justa medida, llevando la vida a rayas ;)


Por otra parte, las rayas hacen referencia a una forma de vestir caracteristica de un estilo de danza llamada Locking. Ya os hablare de la historia de este estilo mas adelante pero os puedo decir que surgio entre los años 60 y 70 y se baila con musica funk/disco. Consta de movimientos rapidos y bloqueados con una gran sincronizacion con la música. Aquí os dejo un adelanto, es un video de dos lockers japoneses llamados Hilti y Bosch en la BC One de 2005:

Locking Hilti y Bosch en Youtube.

Yo como bailarin he encontrado mi sitio en este estilo, me siento orgulloso de portar el corazón de un locker.

Las Hierbas del Éboro: Capítulo 2

viernes, 18 de junio de 2010


Capitulo 2: Un Sueño Profundo

Volví a sentir como caía desde aquella altura y golpeaba fuertemente en la superficie del agua produciéndome un escozor que seguramente me duraría unas cuantas horas y empezaba a nadar a braza para coger aire antes de sumergirme para que no me vieran. Buceaba hondo, pero lo suficiente para no alejarme mucho de la superficie y pasar desapercibido, ya que el sol comenzaba a enviar sus primeros rayos y a ir iluminando un nuevo día. Iba administrando el oxígeno al máximo para evitar salir al exterior para tomar aire y entonces me acorde de lo bien que hice de chico aguantando con mis amigos la respiración cada vez que íbamos a aquel gran lago cerca de Llaqueno, el pueblo de mi tío. Siempre jugábamos a alcanzarnos unos a otros y hacíamos carreras que llegaban a atravesar el lago de una punta a otra, llegamos a adquirir una resistencia sorprendente tanto en la superficie como debajo del agua, nos hicimos llamar “Los Pirañas”.

Noté como el pecho se me contraía de la falta de oxígeno y necesitaba ya volver a respirar, pero pude distinguir en el agua una sombra clara muy difuminada, que poco a poco iba tomando forma, una forma que me heló la sangre… podía ver a mi madre con un vestido blanco, pelo canoso y aspecto cadavérico que extendía su mano huesuda hacia mí intentando atraparme, reaccioné y tragué agua, intenté llegar a la superficie, pero estaba muy lejos, volví a tragar agua, continuaba luchando por librarme de las garras del océano y empecé a ponerme morado, el agobio inundaba mi cuerpo y notaba esa sensación de perdición, de que todo se acaba, que me ahogaba, que me moría.

Pero desperté, escupí agua mientras tosía y me percaté que seguía en aquella playa de grano grueso, con el agua muy cerca de mí, acechándome con sus olas. Había subido la marea y una ola me habría provocado aquella pesadilla. Me incorpore poco a poco y rápidamente eché mano de mi pequeña botella, menos mal, seguía ahí, busqué mi pañuelo amarillento y lo escurrí con un suspiro de alivio, ya me sentía mas tranquilo excepto por varias piedras que se me habían metido en las botas y me estaban poniendo muy nervioso.

Con medio cuerpo seco y medio empapado, con el cuello algo achicharrado, con las botas libres de intrusas y sin ningún tipo de mal estar, me sentí con ganas de continuar mi viaje, así que empecé a situarme y pude distinguir lo que parecía unas construcciones al fondo, detrás de los arboles, me dirigí hacia allí siguiendo el camino que se empezaba a formar a partir de la playa y se adentraba en la arboleda, hasta que me topé con un cartel que anunciaba: “Bienvenidos a Sitges”.

Las Hierbas del Éboro: Capítulo 1

lunes, 7 de junio de 2010


Capítulo 1: Agua, sol y arena

Llevaba tanto tiempo corriendo sin parar por esa playa que había olvidado ya por qué y de qué huía. Mi cuerpo no respondía, un sudor pesado y un calor sofocante me invadía afectando hasta el cerebro, pesaba el triple debido a que tenia la ropa empapada y cada vez que levantaba el pie parecía que se paraba el tiempo, volviéndose interminable hasta que mi pie retornaba a esa arena de grano grueso, pero no podía dejar de correr, mis botas parecían desplazarse solas, sin que yo les diera la orden de moverse. La verdad que he perdido el control sobre todo, no solo de mi cuerpo, sino de mis posesiones, de la gente que me rodea, de mi vida en general. ¡Con lo que yo era!, que daba ordenes y todo el mundo las obedecía sin rechistar, que tenia gente que era capaz de seguirme hasta la muerte, hasta que me di cuenta que esa muerte era la mía, solo deseaban estar en mi puesto, conseguir mi poder. Mírate ahora, no soy nada, lo he perdido todo en menos de una semana, ¿Cómo es posible?, pero sigo teniendo en mente ese destino, ese objetivo del que tanto me hablaba mi padre y lo pienso cumplir a toda costa, cueste lo que me cueste, total, ya lo he perdido todo por perseguirlo… no pienso parar y eso es lo que me mantiene en pie, y lo mas importante, vivo.


Cuando me di cuenta había tropezado con algo y estaba volando por los aires hasta que di de bruces en el suelo y ahí me quedé, incrustado en la arena, no tenia fuerzas ni para pensar en lo que me había pasado, el sol picaba como nunca y los parpados cada vez pesaban más, el cansancio invadía cada rincón de mi cuerpo hasta que el sonido de las olas me hicieron sumergir en un profundo sueño.

Bienvenidos al blog

Bienvenidos al blog, espero que sea de vuestro agrado.
No pretendo llegar a ningún fin con este blog, sin ánimo de lucro, no pretendo darme a conocer ni a mi ni a mi historia, simplemente escribir de vez en cuando sobre lo que este inspirado o me ronde la cabeza y compartir tesis y opiniones con otras personas.
Iré publicando poco a poco un relato llamado "Las Hierbas del Éboro", el cual empezé a escribir hace escasas horas gracias a un cóctel de inspiracion provocado por un buen amigo y una buena música.